martes, 7 de junio de 2011

Carrito abandonado

Hay veces que uno simplemente no pude con la situación que se le presenta y no queda más remedio que salir corriendo en el sentido opuesto.
Una querida amiga me contaba de su última experiencia en el super y como tuvo que dejar el carrito lleno y abandonado. Simplemente fue demasiado y tuvo que salir de ahí.

Me doy cuenta que, cada vez, más seguido yo dejo abandonado el carrito y nunca estoy segura de la razón por la cual huyo. Mi última experiencia fue apenas ayer cuando me tomaron de la mano y apretaron un poco. Fue esa clase de apretón que te hace sentir propio y apropiado. No pude más que soltarlo, cruzarme de brazos y alejarme de su cuerpo.
Supongo que parte de mi locura me hace pensar que ese gesto tan cariñoso era algo más que un gesto, que tiene implicaciones.
Después de eso no pasó nada más, volvimos a la dinámica de hacernos mimos y uno que otro beso ocasional. Besos que también me causaron algo de conflicto...¿lo estaba besando demasiado? ¿Soy demasiado cariñosa? ¿Debería de ser más fría o fue justo la cantidad de mimos y besos necesarios?

No lo se, el caso es que maneje sola, aunque escoltada a casa y todo el camino de regreso pensaba en el último beso. Beso que yo quería continuar y que no necesariamente fue negado pero el cual tampoco generó una invitación de más besos.

Total que todo el día he pensado si no tan solo debería de abandonar el carrito sino tal cual bajarme del barco. ¿Qué es lo peor que podría pasar? La respuesta la conozco: darme en la madre. No sería la primera vez, y la historia me demuestra que seguramente tampoco será la última. Entonces, ¿porque me da tanto miedo llegar hasta la caja con el carrito cargado de víveres y necesidades?

Hay un elemento secreto desconocido que no me permite seguir. Pero ni pa'trás ni pa'lante...
Si alguien sabe qué es lo que detiene a la gente de seguir o qué es lo que la impulsa para continuar...por favor compártanlo!! Después de caminar agarrada de la mano de alguien, de disfrutar la cucharita, de haberme enamorado y desenamorado, de haber lastimado y haber sido lastimada; todavía no encuentro ese elemento que me dice: "Sigue adelante o Alejate"

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